Cómo supimos entender y aprovechar el desgaste de los clientes de la competencia.

Una montaña llamada Google

Todo proyecto lo empezamos realizando un exhaustivo análisis de palabras clave, en donde estudiamos el mercado y a la competencia antes de trazar un rumbo y comenzar a diseñar la estructura del sitio web. Esta es la parte «fácil», y con fácil nos referimos a que es algo que depende de nosotros y podemos controlar (a pesar de ser la parte más técnica, complicada e importante de todo proyecto de posicionamiento en internet).

Pero hay algo que no podemos controlar. Podemos ver la montaña que vamos a escalar, nos podemos preparar para ello teniendo en cuenta nuestros conocimientos y experiencia, pero siempre habrá un factor que escape a nuestro control y en esto de internet, el principal factor aquí es Google.

Google tiene la capacidad de levantar o hundir empresas

Si sigues nuestros artículos seguramente ya te habrás enterado de que Google es un negocio, y como cualquier otro negocio, su principal objetivo es generar beneficios y repartir dinerito entre sus socios y accionistas.

Se les da bien, año tras año generan más y el principal y primer motivo es que lo utilizan para generar ingresos vendiendo espacios publicitarios y segundo, las personas confían en que en Google van a encontrar la mejor solución a sus dudas y problemas, ya sea una guía, una receta, un servicio de fontanería, un restaurante o una empresa de reformas.

Si te leíste nuestro artículo en donde te contábamos que Google ha prohibido a los cerrajeros poner anuncios, te darás cuenta de que para Google, la confianza de la gente en encontrar siempre el mejor resultado es imprescindible para que sigan utilizando su buscador y por ende, generando un tráfico que se traduce en mayores ingresos publicitarios. Es decir, no hay ingresos publicitarios si no hay personas que usen su servicio, y no habrá personas que usen su servicio si no confían en los resultados de búsqueda de Google.

Obras y reformas: el problema de un sector muy lucrativo para estafadores e intermediarios

Hoy en día puedes generar ingresos si sabes posicionar cosas en internet, ya sea un sitio web, vídeos de youtube o productos en un marketplace como Amazon. En el caso de las reformas, la idea es sencilla: posicionas un sitio web, te entran clientes solicitando un presupuesto y ese cliente se lo vendes en calidad de intermediario a una empresa real que se dedica a hacer reformas.

El cliente no se entera de la artimañana y piensa que está tratando directamente con quién le hará la reforma, sin saber que ese presupuesto lo ha comprado la empresa que mayor beneficio le dará al intermediario sin importar la calidad o experiencia de la empresa de reformas.

Si la reforma sale como el cliente esperaba, genial, de una forma u otra todos han ganado. El problema es que lo normal en estos casos es que todo salga mal, hasta llegar a casos cada vez más comunes en los que se adelanta el dinero para comprar el material y la SL desaparece. La página web con la que has contactado (intermediario) se lava las manos porque en sus textos legales al pie de la página especifican claramente que ellos cederán tu contacto a un tercero (alguna empresa/autónomo) dedicado a las reformas. En resumen, que la culpa es tuya por no leerte la «letra pequeña».

Claramente después de esta malísima experiencia, vas a desconfiar de lo que Google te muestre, ya no sabrás si confiar en que esa empresa que está en primera posición es de fiar o no.

Las fichas de empresa de Google son gratis

Cualquiera puede crear una ficha de empresa (GBP) y que aparezca en Google maps o en el local pack si la intención de búsqueda del usuario es local, como un restaurante, una peluquería o una empresa de reformas, porque en este caso no te va a mostrar resultados en Madrid estando en Fuerteventura, a menos que lo especifiques, ¿si quieres encontrar una gasolinera, vas a ir hasta Madrid a repostar el coche? No, por lo tanto no te mostrará los resultados de Madrid porque tu intención de búsqueda es de cercanía.

Tu perfil de empresa ha sido suspendido

Publicamos la ficha de empresa un domingo y ese mismo día ya estaba en tercera posición para la palabra clave «reformas en fuerteventura».

El jueves de esa misma semana se colocó en primera posición y al día siguiente, el viernes, nos llegó el correo que puedes ver en la imagen anterior.
«Tu Perfil de Empresa se ha suspendido» porque según Google, el contenido era engañoso.

Ya explicaremos en otro post como apelar esta suspensión, pero debes de tener en cuenta de que solo podrás apelar una vez y que cuando hayas iniciado el proceso, Google solo te da 60 minutos para aportar pruebas. En este caso tuvimos que grabar un video de las instalaciones y subir las escrituras de la empresa, así como recibos domiciliados en donde la dirección de facturación debía de coincidir con la dirección física de la empresa en Google Maps. Te adelantamos de que aquí no hay nada que puedas hacer para salvarte si no tienes una empresa real y forma de demostrarlo.

Tu apelación se ha aprobado

Al día siguiente Google nos aprobó la apelación y pudimos continuar con el trabajo, pero sin duda fue un momento de tensión que conseguimos resolver gracias a la experiencia de saber qué es lo que hay que hacer. Si la apelación no hubiese salido bien, se hubiera perdido todo el trabajo realizado en el perfil de empresa, además de que Google te imposibilitaría volver a crear perfiles con la misma finalidad/negocio.